EJERCICIO 5: TRANSFORMACIÓN DE DIÁLOGOS
En la cocina se encuentra el viejito, viendo por la ventana
como llega Eva sonriendo.
Eva: La mujer está viuda desde hace siete años y ahora vive
con su hija pequeña en un pueblo pequeño de Cuenca. Tengo su número de
teléfono, la puede llamar usted mismo, sería necesario, debes disculparte por
lo que hiciste.
Viejito: Por teléfono no me atrevo, le escribiré una carta.
Eva: Como quiera pero hazlo antes del miércoles.
Viejito: Aunque todavía no sabe cosas, no le he contado
todo, me fui de allí hace mucho tiempo y la causa fue por ella, todavía no he
vuelto a ese lugar que me crea un sentimiento extraño.
Eva: Ya, su familia no se fiaba y paso todo lo que sabemos…
Viejito: No, su familia era franquista, pero yo nunca di mi
opinión. Hace tiempo que no se nada de ella.
El viejo empieza a llorar tras la situación y conversación
que le produce tristeza.
Eva: ¿Ella sabe el por qué de tu desaparición?
Viejito: No (Negando con la cabeza)
Eva: ¿Por qué no se lo explicaste?
Viejito: Yo soy republicano, sus padres nunca me aceptarían.
Yo la amaba, es la mujer de mi vida, quiero volver a verla. Puñetera Guerra
Civil, separó muchas familias y en mi caso el corazón. Pero mirame estoy a
punto de morir, ya no sirve de nada.
Llega Sara a la cocina.
Sara: ¿Qué pasa?
Eva: Nunca se atrevió a hablar…